Con fecha movible pero siempre cercana al 29 de junio se celebra la
fiesta de San Pedro y San Pablo en las localidades de la provincia de Manabí, Ecuador. Estas fiestas
se fundamentan en una leyenda cuyo origen es desconocido, donde se resalta que:
"Los habitantes negros de una lejana región llamada Nueva Guinea o
la república de África, devota de San Pablo
resolvieron visitar a la República de los Blancos, encomendado a San Pedro. La
misión de los blancos era brindarles hospitalidad, comodidades, alimento,
fiesta y a su vez hacerles partícipes del gobierno mismo, entregándoles el
poder a mitad de la celebración para que los negros tengan oportunidad de
retribuir la hospitalidad brindada en un ambiente de confraternidad y
regocijo" (Naranjo, et. al., 2002:196 La Cultura Popular en la Provincia
de Manabí. Cuenca: CIDAP).
Como se puede observar del fragmento citado, ni los hechos históricos,
ni la particularidad del relato en modo alguno se refieren a una realidad
histórica. Pese a ello, la veracidad del testimonio no se disputa, e incluso ha
sido asumida como realidad.
Los personajes fundamentales que intervienen son: los de la "República de los
Blancos", quienes hacen de anfitriones, y los de la "República de los
Negros" quienes son los invitados, siendo los actores centrales de esta
festividad el presidente y la presidenta (asumiendo el mismo rol que
los priostes en las fiestas que tienen lugar
en la serranía ecuatoriana) de los gobiernos de los Blancos y de los Negros, quienes con la
ayuda de sus respectivos gabinetes (que cada día van incluyendo más
personajes), corren con todo el enorme peso económico que demanda la fiesta.
El escenario en donde ocurren la mayoría de los actos ritualísticos de la
fiesta son las casas de los presidentes de las dos
"naciones", las cuales con motivo de la celebración han sufrido una
verdadera metamorfosis, y se han constituido en "palacios", en dichos
espacios simbólicos, ricamente decorados: La hospitalidad, la generosidad y la
abundancia en el comer y beber son proverbiales.
Cabe destacar que los palacios están divididos por género. Los
presidentes de cualquiera de las dos naciones tendrán un altar, un palacio
regido por la presidenta y regentado por mujeres. Durante la realización de la
fiesta son incesantes las visitas entre los dos palacios. Queda decir que hay
un muy bien pensado código de convivencias y buenas vecindades entre las repúblicas de San Pedro y San Pablo,
código que durante la realización de la fiesta será estrictamente respetado,
caso contrario inclusive sobrevendrán sanciones, siendo una de ellas la
colocación de una culebra alrededor del cuello del infractor.
La realización de la fiesta se la hace a lo largo de varios días, con
sus respectivas noches, en los cuales la generosidad de los patrocinadores de
la celebración será pública y notoria, especialmente en el contexto de la
comida que se sirve y del licor con el cual se brinda, así como de los actos de
entretenimiento que se contratan.
Todas estas actividades terminarán el día de la procesión, cuando desde
la iglesia se sacan en sendas andas a las esculturas de San Pedro y San Pablo,
y se les hace un recorrido por el pueblo. Esta es la última ocasión para que
los "Gabinetes en pleno" y que
están ubicados en las primeras filas de la procesión, hagan ostensible sus
cargos. Cuando los santos "vuelven a casa" oficialmente se cierra el
ciclo festivo hasta el siguiente año.
Extractos del trabajo: CULTURA POPULAR E IDENTIDAD: LA FIESTA DE SAN
PEDRO Y SAN PABLO EN LA PROVINCIA DE MANABÍ - ECUADOR. MARCELO F. NARANJO
Fuente: Diccionario de Mitos y Leyendas - Equipo NAYA
No hay comentarios:
Publicar un comentario